Demoliciones en la villa 31 provocan rajaduras e inundaciones en casas habitadas

Desde la semana se retomó el proceso de reurbanización de la villa 31 mediante la relocalización forzoza de vecines y demoliciones pero sin medir las consecuencias de los actos. Desde la oposición se presentó un amparo y lograron frenarlas.

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Las demoliciones se realizaron en viviendas del sector del Bajo Autopista provocando rajaduras, filtraciones de agua, humedad e inundaciones en las casas de los vecinos y vecinas lindantes y dejando los escombros tirados lo que provocó la circulación de ratas y del dengue.

 

Les vecines que se oponen al proceso de reurbanización exigen que se firme otro tipo de escritura que no prevea el desalojo ante la falta de pago de las cuotas, que esas escrituras no se puedan vender a otros privados (porque fomentaría la especulación inmobiliaria) y que se les incluya en la discusión del proyecto de corredor verde que se pretende construir pero del que no se conocen detalles.

 

La enfermera Legis Rojas del Barrio Padre Carlos Mugica asegura que las viviendas donde se los quiere reubicar son de menor calidad y eso es contrario a la ley 6.129. El amparo presentado, entre otras cosas exige que se cumpla el artículo 38 de esta ley que dice que los y las habitantes deben ser relocalizadas a unidades de iguales o superiores características respecto de la original y preservando su fuente de trabajo.

 

 

 

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