Informe Especial: El impacto de la pandemia en las fábricas recuperadas

Distintas voces reflexionan sobre la dimensión de la crisis económica que atraviesan y el alcance de las políticas públicas respecto al sector del trabajo autogestionario.

En nuestro país aproximadamente son 400 empresas y fábricas recuperadas en actividad, lo que significa que unas 30 mil familias que dependen directamente de esas fuentes laborales. Las políticas económicas durante el gobierno de Macri que significó aumento de tarifas, inflasión desmedida y menor porducción sumado a las consecuencias de la pandemia generó una crisis enorme en el sector. Las fábricas recuperadas nacen como una opción de gestión obrera en las crisis económica de 2001 cuando muchos empresarios decidieron cerrar las puertas y no cumplir con sus obligaciones patronales. Durante estos años han crecido en cantidad, en capacidad de gestión y tambien en las exigencias que le hacen al Estado.

Gustavo Pascual trabaja en Cerámica Neuquén, empresa que desde hace 6 años está autogestionada. Debido a una maniobra jurídica la fábrica recuperada está en peligro de ser rematada, si eso sucede se perderían todos los puestos laborales. Con sus palabras Pascual relata la historia de Cerámica Neuquén, le exige al Estado que tenga políticas para el sector autogestivo y además afirma "en nuestras experiencias las ganancias se reparten de otra manera, no acumulamos riqueza, ni vaciamos, ni abandonamos una fábrica como hacen los empresarios ante una crisis como la que estamos viviendo."

Andrés Blanco es obrero de FaSinPat (ex Zanon), una fábrica de baldosas de cerámica, es también secretario adjunto del Sindicato Ceramista de Neuquén y legislador provincial por el Frente de Izquierda. Cree que la salida de la crisis no pasa por confiar en los sectores empresariales ni en las patronales económicas sino en las trabajadoras y trabajadores y en ese sentido las experiencias de gestión obrera son un ejemplo.

Germán Gasibe es trabajador de la cooperativa Madygraf (ex Donnelley) que se dedican a la impresión en papel y trabajos gráfico. Además de describir la situación que atraviesa el sector autogetionario explicita en sus palabras el pliego de necesidades que esperan que el gobierno atienda para ayudar a las fábricas recuperadas teniendo en cuenta las políticas públicas que tuvo en beneficio del sector empresarial privado.

Las principales exigencias que le hace al Estado para paliar la crisis son: la expropiación real y efectiva de las empresas, ya que la mayoría tiene un marco regulatorio incierto; la implementación de tarifas sociales y la condonación de deudas energéticas que son usureras e impagables; líneas concretas de trabajo que ayuden a la producción para el Estado y subsidios para renovación tecnológica y compra de insumos.