Brasil: Respuestas a las amenazas de Bolsonaro

La respuesta institucional y popular a las amenazas y ataques golpistas de Bolsonaro  a la democracia, lo obligan a cambiar de postura y bajar el tono de sus declaraciones. 

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El día de la independencia de Brasil estuvo marcado por discursos golpistas y antidemocráticos del presidente Jair Mesías Bolsonaro, en San Pablo y Brasilia, ciudades en cuyas calles se concentraron  los simpatizantes del gobierno. Bolsonaro habló en ambas localidades, en las que atacó al Tribunal Supremo Federal, en particular a los ministros Alexandre de Moraes e Luís Roberto Barroso. Bolsonaro calificó las elecciones de “farsa” y dijo que solo dejará la presidencia “preso o muerto” al tiempo que ensalsó la desobediencia a la Justicia. 

Los actos de apoyo a Bolsonaro pidieron una “intervención militar” y atacaron al Tribunal Supremo Federal. Tuvieron lugar en un momento en que el presidente perdió popularidad y atraviesa una fuerte crisis política. 

Sin embargo, manifestaciones contra el presidente en defensa de la democracia también tomaron las calles de varias ciudades del país. Las secuelas de las amenazas y ataques de Bolsonaro a los poderes de la república generaron una respuesta. La más esperada fue la del ministro presidente Luiz Fux, con un duro discurso en el que enfatizó que “nadie cerrará la Corte” y que el desacato a las decisiones judiciales por parte del titular de cualquier poder “constituye un delito de responsabilidad, requisito para la orden de juicio político”, agravó la situación política de Bolsonaro. Después de las reacciones a sus ataques, especialmente la declaración del presidente del Tribunal, Bolsonaro retrocedió pidiendo ayuda al ex presidente Michel Temer para escribir una carta a la nación en la que asegura que “nunca tuvo la intención de atacar a ningún poder”, y que sus palabras por momentos contundentes, surgieron del calor del momento.

Sin embargo, incluso después de la retirada de Bolsonaro, el comportamiento del Tribunal Supremo Federal no cambiará en relación a actos del gobierno o de aliados considerados golpistas, antidemocráticos o ilegales. 

El cambio de postura de Bolsonaro para no aislarse, terminó por desagradar a sus simpatizantes. 

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