Mendoza: Contramarcha de la Vendimia

Con una amplia convocatoria de sectores vitivinícolas y de organizaciones sociales, gremiales y políticas, la Fiesta de la Vendimia fue también escenario de críticas a Suarez y a Cornejo.

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En Mendoza, la Fiesta de la vendimia, o del “vino nuevo”, nació en 1936 y representa uno de los escenarios provinciales más importantes del año. En esta ocasión, por primera vez después de los dos años de pandemia, desde la mañana del sábado 5 de marzo, gremios estatales y ambientalistas se manifestaron frente al hotel cinco estrellas en el que desayunaban el gobernador Suárez y los miembros de la Cámara Vitivinícola Argentina (COVIAR) en la previa de la fiesta anual con amplias demandas.

Además de los reclamos históricos de los trabajadorxs vitivinícolas autoconvoadxs, verdaderos protagonistas de la vendimia, se hicieron oír por las calles de Mendoza los reclamos ambientales de las Asambleas Mendocinas por el Agua Pura (AMPAP), bajo la consigna “Sin agua no hay vendimia”. Graciela Hermoso, integrante de la Asamblea Socioambiental del Oeste, expuso los reclamos ambientales donde se repudiaron los intentos por instalar la explotación petrolera con fractura hidráulica en la cordillera, el avance de la minería sobre zonas periglaciares que deberían protegerse, el rechazo a las nuevas represas hidroeléctricas en tiempos de crisis hídricas, así como el repudio a los decretos provinciales que donan 10 hectáreas a la empresa Andina Electricidad de Vila y Manzano en Uspallata, y a la fallida cesión de 12 mil hectáreas de tierras fiscales para proyectos turísticos a la Empresa El azufre, en Malargüe, revocado por la Agencia Nacional de Administración de Bienes del Estado (AABE). Se manifestaron también en favor de la ley de Humedales y contra las exploraciones sísmicas en la cuenca del atlántico norte para la extracción petrolera marítima.

Por su parte, la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (AMPROS) y los docentes provinciales nucleados en el Sindicato Único de Trabajadores de la Educación (SUTE) encabezaron los reclamos por ajustes salariales. SUTE lo hizo, además, con una generosa protesta: regaló botellas de vino con etiquetas gremiales y la frase “El vino tinto, el salario en blanco” para denunciar el bono extrasalarial ofrecido por el gobierno.

Según Nora Moyano, integrante de la Asamblea de Las Heras, en entrevista con Radio Cuyum, la contramarcha del carrusel vendimial también se pronunció contra el pago de la deuda odiosa y en contra del Acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. 

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